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El 9% de los hogares españoles sufren pobreza energética y un 16,6% destina una cantidad desproporcionada de su renta a pagar las facturas de gas o electricidad

La subida de los recibos de la luz, la reducción de ingresos y la baja eficiencia energética de muchos edificios son las claves del problema

más de 4 millones de españoles -un 9% de los hogares- sufren pobreza energética, una cifra que se ha doblado de forma preocupante en tan sólo dos años y que continúa creciendo. Esta es sólo una de las realidades que ha puesto al descubierto el informe de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), actualizando datos del 2010 Alabama 2012 referentes a esta problemática.

La pobreza energética se define como la incapacidad o dificultad para pagar la energía suficiente para satisfacer las necesidades básicas domésticas, como mantener el hogar a una temperatura adecuada o disponer de agua caliente. Las cifras presentadas por la ACA sitúan a España como el cuarto país en la Unión Europea con mayor número de personas afectadas y dibujan una tendencia que se ha disparado desde el inicio de la crisis. Y es que la pobreza energética ha sido invisible durante décadas, pero estudios como éste revelan que el alcance del problema no se puede ignorar ni un día más.

También se deben tener en cuenta el 16,6% de familias que acaban destinando más del 10% -el doble que la media española- de sus ingresos anuales a pagar las facturas de la luz, una cifra que también se ha duplicado desde el 2008. Este dato se traduce en millones de personas que, como consecuencia, disponen de menos recursos económicos para cubrir otras necesidades básicas como la alimentación.

Crisis económica y subidas de precio

En esta problemática no hay un único culpable ni una única solución. Según apunta el estudio han sido la crisis económica, la subida de las tarifas del gas y la luz y la baja eficiencia energética de gran parte de las viviendas de España los factores que han disparado las cifras de pobres energéticos.

de del 2007 la factura de la electricidad ha aumentado un 60%, situando a España como uno de los países con precios más caros dentro de la Unión Europea, Que mientras, en la otra banda, los ingresos de la mayoría de familias se han desplomado. España también tiene una de las cifras de paro más altas de la UE y en este sentido el estudio constata que una de cada tres familias con alguno de sus principales miembros desocupados sufre pobreza energética.

El estudio ha revelado otra paradoja, y es que son las zonas más cálidas y templadas de España las que sufren más problemas referentes al confort energético ya que tienen viviendas mal aislados y sin un sistema de calefacción adecuado. Queda claro que la pobreza energética no afecta por igual a todas las comunidades autónomas y son Murcia, Andalucía, Extremadura, Cataluña y Castilla La Mancha las más castigadas .

Efectos graves sobre la salud

Cuando se analizan las consecuencias de vivir en un hogar afectada por la pobreza energética aparecen los datos más preocupantes. El efecto más lamentable es, sin duda, el aumento de la tasa de mortalidad -principalmente en personas mayores- durante el período de invierno en las casas donde no pueden mantener las temperaturas recomendadas de entre 18 º i 21 º. Una tasa de mortalidad adicional que en España podría ser de 7.200 morts evitables cada any, más del doble de la media de muertes anuales causadas por accidentes de tráfico.

Y es que vivir en espacios mal climatizados incrementa el riesgo de padecer enfermedades respiratorias y cardiovasculares en personas mayores y también empeora la situación de quien tiene artritis o reumatismo. En el caso de los niños está demostrado que, además de su bienestar físico y emocional, menudo ven afectado su rendimiento escolar. También los adolescentes sufren los efectos negativos de la pobreza energética y en ellos el riesgo de sufrir algún tipo de problema de salud mental es de un 25%, mientras que en el resto de jóvenes es tan sólo del 5%.